EN LA PARRA
Capítulo 1.
Érase una vez una pareja de novios que se
dispuso a hacer un viajecito para desconectar del estrés de la ciudad, y al
mismo tiempo utilizar una caja regalo temática (pongamos por ejemplo
Wonderbox).
Tras descartar varias opciones finalmente
decidieron pasar una noche en un Hotel Rural de una zona cualquiera (pongamos
por ejemplo un pueblo de Ciudad Real), en un mes otoñal (pongamos por ejemplo
Noviembre).
Después de un largo viaje desde otra zona maravillosa
(pongamos por ejemplo Granada), llegaron a la casa y se llevaron una sorpresa
al conocer que la reserva que tenían desde hace una semana no había sido
anotada. Además fueron informados de que el parking gratuito según su página
web, en ese momento tenía un coste de 5€ aunque no se había actualizado dicha
información.
Dejaron el coche en la calle, ya que la zona
era bastante tranquila y no había problemas de aparcamiento.
Aclarado el malentendido, la persona que
regentaba el alojamiento, les dio a elegir entre dos habitaciones donde pasar
la noche. Se decidieron por la más amplia, sin pensar en aquel momento
que por ese motivo sería más difícil de calentar. La misma persona, les
encendió la calefacción que hasta entonces no estaba puesta, ni allí ni en
ninguna de las otras estancias de la casona al no esperar su llegada por el
extravío de la reserva.
Mientras hacían tiempo para que la habitación
llegara a una temperatura suficiente donde pudieran quitarse los abrigos,
pensaron en consultar internet aunque para hacerlo tuvieron que bajar a la zona
común porque en la habitación apenas llegaba la red, incluso siendo los únicos
huéspedes de la casa.
Pasaron las horas y tras picar algo y ver la
televisión, el mejor plan que se les presentó fue irse a dormir ya que en la
cama el frío no se notaba tanto.
Y así se pasó la noche y afortunadamente llego
el día.
En la reserva venía un desayuno casero
incluido, que tomaron en uno de los salones de la casona. Donde pudieron
degustar, café, zumo y tostada con mantequilla y mermelada.
A las 12 de la mañana abandonaron la
habitación aunque se quedaron un rato más por las zonas comunes para consultar
en Internet algunos datos necesarios, cosa que no pareció ser del agrado de la
persona que regentaba el alojamiento que dejó caer alguna frase sospechosa.
Después continuaron con su viaje.
Capítulo 2.
Una vez de vuelta en su cuidad (pongamos por ejemplo Madrid), quisieron plasmar en la red la opinión de su estancia en el Hotel Rural, ya que la experiencia de la noche en aquella casa no fue lo que esperaban, sobre todo por el frío que habían pasado.
El sitio web publicó su experiencia (pongamos
por ejemplo Tripadvisor), tras decidir que aquella opinión cumplía con los
requisitos al NO incluir cosas como insultos, comentarios sobre otros
usuarios…
Cuando parecía ser un tema olvidado,
recibieron una extraña llamada de una de las personas que regentaba el Hotel
Rural en un tono bastante altivo lleno de reproches, mentiras y chulerías.
Además, les ofreció a conocerse en persona en la ciudad donde la pareja
residía, a pesar de que el pueblo donde se encontraba la casa “con encanto”,
estaba a más de 200 km. de distancia.
Y de ésta forma es como pasaron de tener un
mal recuerdo de esa “escapadita”, a tener uno peor por coartar su
libertad de expresión y de opinión sobre la experiencia vivida.
FIN.
Después de éste bonito relato, me despido de
vosotros no sin dejar antes unos enlaces interesantes
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*Reflexión: la suerte que tengo de
contar con un blog donde poder opinar libremente y que a veces me sirve de
desahogo cuando doy con situaciones injustas y desagradables.
*Agradecimiento: lástima de novios que nos
quieren dar una sopresa aunque luego no salgan las cosas como habían imaginado.
TQ D.
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